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Esta especie de estafa de valores tiene un objetivo mas fácil y un potencial ilimitado para trastornar los mercados de capital. Sus víctimas son aleatorias; con frecuencia no tienen conexión alguna con la institución financiera que les perjudica. A menudo la estafa pasa desapercibida porque es invisible. Hay pocas pistas, cuando las hay, incluso para el investor más sofisticado. Estos son algunos ejemplos de esta estafa invisible:
Ejecutivos se deshacen de sus valores en el mercado porque como poseedores de información privilegiada saben que la compañía no va a cumplir la previsión de beneficios;
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Corredores de bolsa usan front running para obtener una ganancia fácil a expensas de sus clientes;
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Bancos de Wall Street y fondos de alto riesgo manipulan los precios de los valores a través de ventas al descubierto;
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Fondos de inversion permitieron a cientos de fondos de alto riesgo que usaran late trading y market timing para hacerse con miles de millones en las cuentas de pequeños inversores.
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Creadores de mercado coludieron entre ellos para manipular el precio de mercado de valores;
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Tramas de “inflar y tirar” (pump-and-dump) hinchan el precio de un valor antes de venderlo al público;
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Fondos de alto riesgo usan información privilegiada como modelo de negocio para garantizarse un beneficio a si mismos y una perdida a otros.
Como concepto, la invisibilidad del fraude no es nada nuevo. Era igualmente invisible en los años 20, cuando bancos y brokers usaron las mismas estrategemas para engañar al público. Ferdinand Pecora, quien encabezó la investigación del Senado de la quiebra de 1929, describió por que el público no pudo detectar este tipo de fraude en los años 20 con palabras que resultan familiares y convincentes hoy día:
El público no sabía nada. No podía decir si las ventas se debían simplemente a “la ley de la oferta y demanda” o si eran el fruto de manipulaciones…es indistinguible. El público tampoco tenía acceso a la información privilegiada en la que basaban sus acciones los directivos y principales accionistas (énfasis añadido)
Hoy día, también “es indistinguible” en la pantalla del ordenador.
Tanto las leyes federales como las estatales proveen remedios privados para las víctimas de manipulación del mercado y de transacciones realizadas con infomación privilegiada. No obstante, pocos bufetes, si es que alguno, en los Estados Unidos incluyen entre sus áreas de ejercicio la representación de aquéllos perjudicados por abuso de mercado.
Como Senior Counsel con la SEC, el Sr. Aguirre lideró una de sus mayores investigaciones de un fondo de alto riesgo por transacciones realizadas con información privilegiada y manipulación de mercado. En su testimonio de junio de 2006 ante el Comité del Senado de lo Judicial, el Sr. Aguirre testificó como la laxa aplicación de la ley por parte de la SEC a los bancos de inversión y los fondos de riesgo permite a éstos llevar a cabo un “fraude y una manipulacion invisible” tal y como lo hicieron en los años previos a la quiebra de 1929. En su informe de 108 páginas, los Comités del Senado de lo Judicial y de lo Financiero coincidieron con el Sr. Aguirre:
La investigación de Pequot Capital Management fue una oportunidad ideal para que la SEC ganara experiencia y visibilidad en las operaciones de un gran fondo de alto riesgo a la vez que frenaba las transacciones realizadas con informacion privilegiada y la manipulacion del mercado a nivel institucional mediante la aplicación enérgica de la ley. Pero en vez de aprovechar la oportunidad, la SEC la desperdició…
Tras abandonar la SEC, el Sr. Aguirre completó la investigación y demostró que Pequot había usado información privilegiada en sus transacciones. Forbes explicalo ocurrido: “Tras el duro informe que el Senado emitió en 2007 y en el que criticaba como la SEC llevó la investigación de Pequot que Aguirre lideró en su día, y después de que Aguirre sacara a la luz los correos electrónicos que contenían la pruebas definitivas e incriminatorias y se los hiciera llegar al Senado, al FBI y a la SEC a finales de 2008, la SEC reabrió el caso en enero de 2009.” Pequot pagó a la SEC 28 millones de dólares para resolver el caso de uso ilegal de información privilegiada que el Sr. Aguirre descubrió. Ahora, el Sr. Aguirre pone esta experiencia al servicio de sus clientes. |